lunes, 31 de diciembre de 2012

2012 in review



2-0-1-2. Cómo no se acabo el mundo puedo darme el lujo de hacer esta especie de recopilación y poner las cosas en perspectiva (un poco). Este fue mi primer año como ‘corredor corredor’. De hecho y, siendo sincero, eso es lo que fui por prácticamente el 90% del año. Fueron muchas las horas dedicadas al tema y no me refiero solo al tiempo que pase corriendo, sino que también al tiempo que pase haciendo-nada-y-solo-recuperandome-con-las-piernas-levantadas-y-comiendo-como-cerdo y las horas dedicas a leer todo lo que pude encontrar acerca del deporte (wich is a lot).

Tengo claro que la gran cantidad de tiempo ‘invertido’ en esto, me permitieron dar un salto en cuanto a mi  rendimiento y también en cuanto a la felicidad que me produjeron realizar un par de cosas en este último tiempo ( highlights). Sin duda que otro factor fundamental para haber dado este ‘salto’ fue mi pasión (locura) por el tema en cuestión.

El primer semestre no fue nada más que correr harto y hacer mucho más pavimento de lo que me hubiese gustado. Fueron por lejos las únicas semanas del año donde pase los 100kms semanales (118km creo que fue el máximo). Y fue también, el periodo donde me aburrí de contar estos y deje de considerarlos como una medida relevante para mi entrenamiento. Fuck the miles.

Welcome the hours and de vertical gain. Básicamente eso fue/así es. Como siempre, lo que me más me importa a la hora de correr; es pasarlo bien. Simple. Y para esto, la solución era/es simple. Tenía que tratar subir hasta la punta de un cerro todas la veces que pudiera y luego bajar. Ojalá saliendo desde la puerta de mi casa. Muchas veces, (los días con más energía) mientras más directo fuera, mejor. Para los días más tranquilos (no tanta energía), podía usar los caminos más convencionales para llegar hasta arriba de un cerro. Nada mejor que la simplicidad aplicada al día a día. Sin un ‘the real plan’, sin estructura.

Obviamente mi llegada a la zona central para el K42 marcó otro hito y la posibilidad de poder hacer más cerros propiamente tal. Fueron buenas rachas. Por ahí logre meter unas semanas con 7 días de nada más q cerro y desnivel. Epic. Por esos días confirme lo que ya venía sintiendo hace un rato atrás. Me estaba gustando cada vez menos correr por caminos y estaba disfrutando mucho más ir de frente.

A pesar de haber ‘dado la cacha’ en las primeras dos carrera por cosas que ya no vale la pena mencionar ni cuestionarme, logre sobreponerme y empezar a cosechar los frutos de arduos meses de entrenamientos. Semanas como la que tuve a fines de octubre donde pude hacer 4 cerros distintos en 4 días y pasarlo de maravilla en el intento, más mi amor ‘a primera vista’ por el recorrido en la Campana, fueron la clave para llegar a la Ruta del Cóndor bien de mente. Que finalmente y por los resultados que ahí obtuve, me di (me doy) cuenta de que era lo fundamental si quería empezar a rendir como yo quería. Siempre se podría tener las piernas en mejor estado, (sobre todo considerando mi pésima capacidad para hacer un taper como la ‘gente’), pero contando con una cabeza que ‘aguantara’, todo podía salir mejor.

Confianza, confianza. Sin confianza no hay resultados. Y no me refiero a la posición en una carrera ni a los tiempos, sino a la capacidad de creer en algo. De sentirse ‘confiado’. Con el último concho de energía en las piernas pude hacer un papel más que decente en el KV y cerrar el año competitivo realmente contento con los resultados. Y estoy seguro que esto fue en gran medida a que venía con la suficiente ‘confianza’ , debido a mis buenas sensaciones en el último tiempo.

Como tema aparte y a pesar de haber dejado de contar los kilómetros, si me puse a contar las summits desde agosto en adelante. 5 meses. El resultado? 40. A continuación el conteo (relevante únicamente para mí y mi deseo de seguir ‘contando’ algo.)

La Cruz (IQQ): 17
Con el número mayor, la cercanía de mi casa con el cerro y sus características peculiares lo hacen el ganador del segundo semestre en términos de cantidad.

Manquehue: 8 
De los cuales 7 fueron por la ruta de la pirámide. No fueron tantas como me hubiese gustado, pero sin duda es el cerro ‘in town’ que mayor satisfacción me produce hacer. Puta la wea divertida. Amo con mi vida el filo oeste.

Tarapacá: 3
Un cerro que no deja de ser imponente en la ciudad de Iquique y que permite hacer  un poco de todo. 

La Campana (Olmue): 3
Mi  re-encuentro con este cerro y el amor a primera vista. Definitivamente el día del Fast Attempt  acá fue el mejor día del año. 

La Giganta: 2 (San Felipe)
Cerrazo de San Felipe. 50% Scrunbiling y una cumbre espectacular.

Alto la Cruz: 2
Un entrenamiento previo y después el KV. Definitivamente un ruta increíble por todo lo que ofrece y la cercanía de la ciudad.

El Carbón: 2

Alto de Cantillana: 1

El Mauco (Con Con):1

El Roble: 1

** El San Cristóbal no lo considere en el conteo por que a pesar de ser un cerro, es  bastante pequeño !

Como yapa, ayer obtuve el 2do lugar en la corrida ‘San Silvestre’ Iquiqueña. Sin esperármelo en lo absoluto (siendo una carrera de calle). Me queda claro que este año término marcado por el número, DOS. Se me había olvidado lo complejo que es aguantar un ‘ritmo fuerte’ pegándole al pavimento. Definitivamente feliz de estar dedicado al cerro y no a la calle. JA.

Ahora? Quizás que se venga para el 2013. No tengo ningún calendario. Solo queda resetear el cuerpo y plantearse algunos  desafíos personales para poner en marcha a contar del próximo año.

                                         El video de TrailChile jugando en el filo del Manquehue. 
             
 
El video que grabe bajando de la campana.

Foto en la meta del Kilometro Vertical. Foto: Desafio Senderos

martes, 18 de diciembre de 2012

Kilometro Vertical La Cruz



Era la última carrera de la temporada (la mía, al menos) y mi cuerpo así lo sentía. La verdad es que ya venía cansado desde los 21k de la Salomon X Trail. Pero no podía dejar de correr esta carrera. Mal que mal, el kilometro vertical representa en parte, lo que más me gusta de este deporte; agarrar un cerro y subirlo lo más de frente posible, ganando el mayor desnivel en la menor distancia posible. Algo sumamente simple y complejo a la vez.  Gratificante e intenso podrían ser las palabras que mejor lo definan.

La verdad es que si bien sabía que no llegaba a tope para la carrera, los “entrenamientos” de la semana previa me dejaron con buenas sensaciones de lo que podía llegar a hacer este domingo 16. En 4 días logre hacer casi 4k de desnivel (lo que para un estándar normal es a lot, creo..) dejándome “a punto” para lo que sería subir por el sendero de la cruz.

Luego de un calentamiento previo con Matías, nos encajonamos rápidamente y afortunadamente quedamos bien adelante. No hubiese sido muy agradable partir con el pelotón de casi 500 personas corriendo a fondo (como suele ser acá) por los primeros metros…Anyway partí fuerte pero sin darlo todo y por los primeros 5 minutos de la carrera me sentí realmente cansado, y adolorido. Tenía claro mi estrategia de carrera: llegar decente al final del camino vehicular (antena) y recién ahí empezar a trabajar en lo que me gusta. Afortunadamente, a los 10 minutos ya me di cuenta de que estaba corriendo bien y que quizás iba a ser un buen día. Increíble como las sensaciones cambian en cosa de minutos.  

Así fue. Una vez que las distancias se separaban y quedábamos solo los competidores del kilometro vertical en el camino, me coloque dentro de los 8 o 7 primero y ahí empecé a adelantar tranquilamente a la gente durante los primeros metros del camino ancho. Al llegar a la antena, que marcaba el final de la parte fácil y el comienzo del verdadero ‘kilometro vertical’, estaba en 4 lugar y con el 3 a la vista. Hands on knees empecé a trepar y al poco rato alcancé y pase al 4 para colocarme 3ro, lo cual ya me tenía bastante contento. Sin preocuparme mucho por la gente que venía atrás, seguí en lo mío. 100% concentrado para no perder tiempo y subir lo más eficientemente posible. Llegue al punto de abastecimiento donde alcance a tomar un sorbo de ‘Nuun’ y ver que no tenía a nadie en la espalda. La verdad en este punto ya estaba casi seguro de que tenía el 3er puesto asegurado, lo cual me dejaba bastante tranquilo, mal que mal mi objetivo era hacer cerca de 55 minutos hasta arriba, independiente de qué lugar significara eso. Sabía que los competidores 1 y 2 eran fuertes y probablemente ya estaban fuera de mi alcance.

Sorpresa. Último tercio de la carrera y me encuentro con el 2 lugar un par de metros más arriba. Wouuuu. Claramente haberlo tenido al alcance significo una inyección de energía potente que me llevo a ponérselo todo para alcanzarlo y poder rebasarlo. Así fue. A puro power-hike logré adelantarlo y ponerle una buena distancia rápidamente. Con la respiración más que agitada y en la parte que a mi juicio, era la más técnica del recorrido (harta roca y un par de pasos que requerían las manos) logre sobre ponerme (gracias FILO DEL MANQUEHUE, te amo.) 

Una vez en el segundo lugar y con buena distancia de mis competidores (tanto el que iba adelante (maquina!) como el que deje atrás), afloje un poco el ritmo y me dedique a saborear los últimos metros. 45m58s marco mi reloj. Y mi target del día era hacer 55m. Creo que muchas veces me sub estimo respecto a lo que soy capaz de hacer en el cerro en un buen día.

Finalmente arriba y luego de haber recuperado mi corazón e hidratarme como corresponde, espere la llegada del resto de los competidores y estuve un buen rato arriba conversando y contemplando, para luego bajar tranquilamente a terminar el día.

Buen día.  La verdad es que el recorrido es realmente hermoso por todo lo que significa. Ahora? Me gane mi descanso creo.

Encajonandonos.

Llegando abajo (no la meta)

Arriba del podium. A todos los que me webean por el peso, ESTOY BIEN, gracias. (es el efecto de la foto)

jueves, 29 de noviembre de 2012

Noviembre



Noviembre ha sido el mes donde probablemente, me haya tomado más días off en lo que va del año (poca consistencia), pero por otra parte, también ha sido el más fructífero en cuanto a resultados. Afortunadamente mi recuperación post Endurance Challenge (50K) fue bastante rápida, lo que me permitió tener un increíble fin de semana a comienzos del mes y además intentar el fast attempt en La Campana, que hasta hoy sigue siendo el mejor día que haya tenido en la montaña.

 Luego de una seudo semana de taper, llegue a la Ruta del Condor sintiéndome bastante bien y con energías. Lo que sin duda se vio reflejado en esta y mi performance ahí. A pesar de sentirme ya más agotado post-race, me embarque en la idea de correr los 21k del circuito de salomon X TRAIL la semana siguiente, por lo que luego de dos días de descanso completo, empecé a correr con miras a esta carrera que de seguro sería más rápida e intensa. Luego de testearme con una corrida de  2hras por los senderos del San Cristobal el miércoles 21, me di cuenta de que si bien estaba cansado, probablemente podría hacer un papel decente en la carrera del sábado, lo cual estaba OK, porque tampoco tenía aspiraciones mayores.

Jueves 22 y luego de un intento  a medio completar en el San Cristobal, mi cuerpo estaba débil y definitivamente en mal estado. Medio día, voy camino a buscar el kit de la carrera en una micro y por primera vez en mi vida; me desmayo. Luego de cerca de 5 minutos inconscientes tirado en el piso de una micro, logro re-incorporarme para volver a desmayarme y esta vez con más show (vomito). Luego de una tarde internado en una clínica y la serie de exámenes correspondientes, el doc me dijo que tenía autorización para correr el día sábado solo si es que me sentía apto para el desafío. A la mierda la carga de carbohidratos el viernes (hace tiempo ya que no tomo en consideración esto en todo caso). Comí lo que mi débil estomago me permitió. Todavía no tenía certeza de si iba a poder correr. Mi cuerpo no estaba al 100% y la verdad no me gustaba la idea de ir a una carrera sin poder darlo todo. De todas formas fui a retirar el kit a ver si el sábado en la mañana quizás las cosas mejoraban.

Día sábado. 6 de la mañana y mi despertador irrumpía con mi profundo sueño. Todavía algo débil por los acontecimientos de los últimos dos días, sigo con la duda de si podre o no correr los 21k. 9 de la mañana en San Carlos de Apoquindo y la onda pre-competición me terminaron por convencer de sumarme a la línea de largada. Sin ninguna expectativa más que completar la vuelta completa sin dar mucha lástima, me encajoné en la mitad del tumulto. 2 minutos duro la actitud pasiva antes de que decidiera competir de verdad. En cuanto al recorrido, ya hable de este en mi nota para FULLOUTDOOR y lo único que me queda agregar es que durante la primera parte de la carrera me sentí realmente bien, subiendo y bajando fuerte sin darlo todo, mientras que en la segunda parte; me sentí  asqueroso. Probablemente me deshidrate y la pésima alimentación (en general) los días previo más mi incidente médico, seguro me pasaron la cuenta. Camine durante toda la segunda larga subida del recorrido y solo pude retomar el trote de a poco durante toda la bajada final. Logre apretar en los últimos dos kilómetros para la foto y que nadie más me adelantara. (Hartos puesto perdí en la segunda parte)

A pesar de eso, al parecer mi primera mitad de la carrera me permitió sacar una ventaja holgada con respecto al resto de los competidores, por que por poco me meto en el top10 de la general y como yapa, obtuve el 2do lugar en mi categoría, subiéndome a un pódium de verdad (la ruta del cóndor no tuvo) por primera vez desde que empecé a correr.

Es claro que mi cuerpo está pasado en revoluciones y que probablemente estoy agotando mis últimos refuerzos de energía. Pero con un par de días off esta semana, creo haber recuperado algo de fuerzas para lo último que me queda en el calendario. La verdad sería un crimen si me perdiera el primer Kilometro Vertical a realizarse en nuestro país. Así que espero poder entrenar como la gente durante la próxima semana y vomitar todo lo que me queda subiendo la cruz el día 16 de diciembre. Debería estar bueno eso.

Overall, noviembre definitivamente marco un antes y un después en mi corta historia de corredor.

 Now, GO.

Acarreo bajando El Roble

La Campana se levanta imponente. Foto desde la cuesta "la dormida".

En la clinica post desmayos. not funny.

Lo últimos metros antes de la meta, viendo si alguien me venía alcanzado. Foto: PKG.

Podium de la categoria. Foto: PKG

domingo, 18 de noviembre de 2012

Ruta del Cóndor 2012








Con  un par de horas de sueño en el cuerpo mi reloj marcaba las 4 AM y era hora de comenzar a moverse. Comí lo que mi estomago me permitió, chequee mis cosas y a las  5 de la mañana  ya estaba sentado en el bus que nos llevaría hasta el Alfalfal (Cajón del Maipo). Como ya sabía, íbamos a ser realmente pocos (valientes? ja) los que haríamos la carrera. Entre un puñado de trail runners y otro de mountain bikers, me parece que entre los dos grupos no superábamos las 25 personas, lo cual sin duda contribuyo a que se sintiera más como un grupo de amigos yendo a entrenar, más que  otra cosa.

A los pocos kilómetros de haber partido, una gran poza de agua tapaba el camino y no había más opción que  atravesar está por un par de metros, lo cual me preocupo por no saber cómo reaccionarían mis zapatillas nuevas(finalmente y afortunadamente, no tuve problemas..) Luego de que Daniel se nos escapara durante la primera parte de la subida, aproveche de correr y webear junto a Patrick (“The Hipster Teacher”) mientras nos íbamos separando cada vez más del resto del pelotón que ya comenzaba a verse cada vez más lejos. A medida que la subida continuaba, mis piernas estaban cooperativas y sentía que llevaba un ritmo un tanto conservador (después de todo, esto era una carrera !) Así que decidí apretar un poco y deje a Patrick atrás para a los pocos minutos alcanzar y adelantar a Daniel en uno de los infinitos zig-zags que el camino nos ofrecía.

Desde el momento  en que adelante a Daniel, nunca estuve 100% de que eso me colocaba a mí como el primero (no solo de los corredores sino que también de las bicicletas) debido a que como partí tan atrás nunca vi si es que alguien se había escapado. Aunque me parecía que habíamos estado corriendo  “tranqui” de todas formas tampoco íbamos lento (en lo absoluto). Así, los kilómetros avanzaron sin que me diera realmente cuenta. Durante gran parte de la subida (que duro unos 30k?) me sentí bastante cómodo logrando sacar una ventaja por sobre Daniel que a ratos lo veía aparecer en los zigzags de más abajo mientras que al resto de los competidores, ya no los ví nunca más.

Pasado de los 2500 m.s.n.m la eterna subida parecía llegar a su fin y el paisaje se hacía cada vez más increíble (puta que linda vista hubo durante todo el recorrido). Una leve bajada me hizo darme cuenta de que mis piernas para bajar no estaban del todo O.K lo cual me emputeció  y me hizo salirme del estado espectacular en el cual me encontraba subiendo. Aun así, parecía que durante la subida había logrado sacarle  una ventaja decente a Daniel y no lo vi aparecer en un buen rato. Afortunadamente, la bajada no fue muy larga y el camino volvía a retomar un par de planos-subidas- bajadas cortas que me hacían sentirme un tanto más cómodo en el camino. Con un par de ciclistas que en este punto me rebasaron (4 hasta ese punto) seguí avanzando mientras  iba contemplando al Plomo en su esplendor. Kilometro 35-36 (no estoy totalmente seguro de esto) el organizador apareció en la ruta y estaba ahí sacando un par de fotos, además de decirme que iba muy bien y que íbamos más rápido de lo que él esperaba. Sin pescar demasiado, seguí en lo mío mientras ya sentía como Daniel venía ‘cazándome’ de a poco. Acá pase durante el único punto de abastecimiento de toda la carrera –ja- y tome un poco de un supuesto isotónico (con más sabor a  zuko) para no perder demasiado tiempo y comenzar a bajar rápidamente.

Pasando por la famosa “quesería” comenzaba el laaaaaaaaaaaaargo y terriblemente incómodo descenso (para mí al menos) que nos llevaría hasta la meta. A pesar de no ir a gusto bajando por el camino, tampoco creo haber ido muy lento, sin embargo, a los pocos kilómetros de haber empezado la bajada, Daniel apareció volando (sin esfuerzo aparente) al lado mío. Luego de cruzar saludos recién ahí le pregunté si íbamos  1° y 2°, a lo cual me respondió que sí, pero que debíamos apretar hasta abajo si no queríamos que el cabrón de Patrick apareciera volando a quitarnos un lugar (jajaja).

Luego de esa breve charla, Daniel voló cerro abajo (el intento por seguirlo me habrá durado 10 segundos) y el calor ya comenzaba a calentarme la cabeza. Como ya es casi costumbre, probablemente no había estado ingiriendo suficientes calorías y acá me metí a la fuerza un GU de vainilla (el sabor más malo que he probado de una gel ever) que junto con una puta blíster me hicieron decaer mi ánimo durante un par de minutos. Junto con ir mirando el garmin más seguido y repetirme mentalmente “Aguanta weon”,  veo a Daniel parado conversando con alguien y un par de banderas de La segunda. Paso una curva y sin entender que mierda, cruzo un rio que sin tener la menor idea, significaba “la línea de meta” WTF decía yo. Sin entender mucho mi reloj marcaba casi 48kms y yo esperaba al menos un par más para llegar a la ansiada meta.

Sin ningún tipo de parafernalia ni aplausos, había cruzado la meta en segundo lugar (un par de minutos después que Daniel y un par de minutos antes que Patrick) JAJAJA. Sorpresa.  Luego de un par de situaciones muy extrañas y algo incomodas, se improviso una premiación in-situ y los 3 ganadores de la ruta del cóndor comenzámos la retirada.

4 horas y 56 minutos para los 48 kilómetros y cerca de 1800 metros de desnivel positivo. Creo que por lejos, sin sentirme compitiendo durante gran parte del trayecto, este ha sido por lejos el mejor día de competición que he tenido. Creo que hoy día pude correr más o menos como sé que podía hacerlo (y no lo había podido hacer en el K42 y en el Endurance). Respecto a la ruta? Me atrevo a decir que quizás es una de las más lindas por las cuales haya tenido la posibilidad de correr, a pesar de que yo agregaría una Summit para hacerla perfecta. A pesar de ser un camino para vehículos en su mayoría y ser  100% trotable (lo cual creo nunca me acomoda del todo) La subida me gusto bastante y en ningún momento me sentí a full durante esta. El hecho de no estar presionado por más corredores (Daniel y Patrick claramente no estaban ni cerca de dar su 100% tampoco) me hizo estar tranquilo por ¾ de la carrera sin tener que preocuparme de la competencia.  En cuanto a la bajada, desde el comienzo supe que este iba a ser mi parte dura del día y poco podía hacer con respecto a esto. Aun así, uno de los mejores días en la montaña y una buena oportunidad de compartir con los amigos. Respecto a la organización, mejor sin comentarios jajaja.

Ahora? Time for some short races?

pd, gracias al Pato,  a la Monica (pápa y máma) y a la Cacao, que si bien no alcanzaron a llegar a la meta (porque fuimos muy rapidos ahah) estuvieron ahi haciendo que todo se me hicera más fácil !

En uno de los infinitos zig-zags. Foto: Patrick?

Apunto de comenzar la bajada. Foto: del organizador
Cruzando la linea de meta sin saberlo !. Foto: Daniel


El Podium improvisado... Foto:Patrick

La Ruta en google Earth