miércoles, 23 de abril de 2014

Ooooootro RR (será necesario?)

Minutos previos a la largada me estaba tratando de auto-convencer de lo estúpido que sería partir ‘corriendo’, pero una vez más, me fue imposible no dejarme llevar por el resto de la gente. A pesar de que la carrera partiera en altura y a un par de metros de un paredón (subida Falsa Parva),  en el aire se podía sentir la competitividad y como la mayoría, lo dijera o no; había venido a medirse con “los mejores”

Habiendo partido atrás del pelotón, tuve la oportunidad de ver como los corredores se empezaban a separar como hormigas atacando la primera cumbre por donde más les conviniera. No voy a mentir y desde un principio, tuve mi ojo puesto encima de dos en especial: El Pepa (ganador del año pasado) y El Jose (3er lugar el año pasado). Ya tenía claro que algunos iban a salir disparados guiados ‘por los de siempre’ + Max King, así que solo me enfoque en seguir las huellas de estos dos y disfrutar del arranque. El hecho de que no haya marcaje y que la que ruta de la carrera siga NATURALMENTE el filo de los cerros (completando un loop HERMOSO), daba pie para improvisar bastante sobre el recorrido. Teniendo claro que lo único importante era pasar por los controles para timbrar el pasaporte, parte de mi plan era elegir las rutas que más me acomodaran y tratar de sacar ventaja con esto (aprovechando de copiarle un poquito a los ‘poles runners’ también).

En alguno de los senderos atacando la Falsa Parva. Foto: Cindy Meneses

No tengo muy claro los splits pero en menos de 14m pase por entremedio de las banderas de la Falsa Parva. Con la respiración algo tocada por el sprint inevitable de la partida, trate de calmarme y enfocarme específicamente en lo que tenía delante de mí: LA PARVA. Al minuto me doy cuenta de que ya recupere mis pulmones y decido trotar un poco. Sin mucho esfuerzo pasé a un par de poles runners. Cómo la semana pasada había subido este cerrito, ya tenía una idea por donde atacarlo mejor y eso hice. Con un esfuerzo más controlado ahora, llego arriba para el check de mi pasaporte y saludar a mi partner que estaba ahí animando. Fue acá cuando por primera vez levante la vista y vi como el pelotón de avanzada se veía casi inalcanzable. “Mejor” pensé yo - así me concentro mejor en mi faena-.







A punto de marca en el CHECK de la Falsa Parva. Foto: Matías Pinto.
A los dos segundos de empezar a bajar por algo parecido a un sendero, me di cuenta de  algo: “estos weones no pueden bajar” Haciendo referencia a los competidores que-no-eran-corredores-de-trail. Y con esto de que no sabían bajar, no me refería a que bajaran caminando, sino que a que su ritmo de trote cerro abajo no se compara con mi acción de volar hasta abajo. “Bien” pensé, a falta de bastones, por lo menos mis  piernas estan decentes.

Guardando mi pasaporte y mirando lo que tenía adelante: la bajada de la Parva. Foto: Diego
Con mi cabeza súper lucida me voy encajando en un grupo que va encabezado por el Pepa y unos 2 o 3 poles runners más y Canuto que venía cerrando el grupo con sus Hokas. Preocupado de tomar agua aunque no tuviera sed y comer aunque no tuviera hambre, trate de mantenerme aplicado a mi plan: barritas (solid food) hasta que la guata aguantara y después Ensure. Mi estomago extrañamente estaba apañando la situación, pero a medida que ganábamos altura, me fui dando cuenta de que el oxigeno era demasiado escaso  como para desperdiciarlo masticando barritas que por el frío se habían endurecido. 

Seguí cómodamente en el grupo (que no se había separado tanto) y me acuerdo que pasamos por el Pintor con un tiempo que me pareció más que aceptable (no recuerdo el tiempo pero harto menos que 1hra creo). Apareció la famosa “Cancha de Carreras” y tiempo de soltar las piernas con un trotecito de nuevo. El glaciar del Plomo ya aparecía a una distancia ridículamente cercana y el camino empezaba a virar con dirección Norte….estábamos aproximándonos al Filo del Leonera.

Luego de cruzar un par de palabras con Canuto que me adelanto en el comienzo del filo, sigo con mi procesión y empiezo a sentir que los 4500 están haciendo de las suyas. Primer paso complicado del día y yo no entendí las instrucciones de: “Primero bordea por la izquierda y luego por la derecha” Así que luego de descubrir que- efectivamente- por la izquierda del filo, el hielo estaba cosa sería, tuve que retroceder un par de pasos para volver a tomar el camino correcto. “Concéntrate CTM” me repetí por hartos minutos luego del impasse.

Creo que esta foto es el comienzo del filo del Leonera...cerca de donde cometí el error de meterme por la izquierda. Foto: Paolo Avila.

Me acuerdo de haber visto mi reloj en este tramo y estaba en algo así como una 1h15m lo que me hizo pensar; “cómo chucha me voy a demorar tanto en llegar a la punta del cerro si se ve tan cerca” (en mi mente tenía 2h30m para la split de la cumbre del Leonera). Los minutos empezaron a pasar rápido y los metros leeeeeeeeeeeeeeentos. Sintiendo el viento calándome los huesos, me re-uso a perder tiempo en sacar mi corta-vientos de la  mochila. Con la mitad de la trepada en el bolsillo, veo como el Pepa se me está escapando y como Canuto también me ha sacado unos minutos considerables, pero no me urjo y sigo con lo mío. Mi principal preocupación era mantenerme controlado y avanzar –sin detenerme- sin agitarme demasiado. En eso estaba cuando alcanzo a alguien y sin pensarlo mucho, lo adelanto de un movimiento que me deja sin aire (entiéndase que empujar a 4700 m.s.n.m significa caminar un poco más rápido). Atravesando un manchón de nieve/hielo levanto un poco la cabeza y veo como otros dos poles runners están a un par de metros míos. Llego a lo que parecía la trepada final para alcanzar la cumbre y miro hacia la izquierda; veo una bandera de la organización hacia el otro lado que me hace meditar por unos segundos. Finalmente, sigo subiendo convencido de que allá arriba tenía que haber un control y que probablemente, la bandera que había visto era la siguiente luego de la cumbre (afortunadamente así fue). Unos 3 zigzags antes de llegar arriba alcanzo a los dos corredores y sin hacer mucho esfuerzo,  llego arriba preguntando si efectivamente esta era la cumbre del famoso Leonera. “SI”, me dijeron.  Y en ese instante -a casi 5000 m.s.n.m- un segundo de lucidez golpeó mi cabeza y automáticamente me hizo cambiar mi switch de: “darme la vuelta digna” a “a ponte a correr CTM”.

Apenas podía sentir mi cara y mis labios por el viento que soplaba, pero estoy seguro que cuando me di vuelta en la cumbre del Leonera, tenía una sonrisa de oreja a oreja. Empiezo a bajar y llego hasta la bandera que había visto anteriormente, cruzándome con Canuto que lamentablemente se había saltado el PASS de la cumbre. Llegué a la bandera y  pregunte mi posición (por primera vez en lo que iba de carrera) y me dicen 6to y me apuntan hacia donde tenngo que seguir.

Lo inmediato fue éxtasis total: unos 2 kms de bajada –sin sendero- con pendiente y rocas asesinas y el glacial del plomo como telón de fondo. Si bien no baje a tope -porque no quería cometer errores a esa altura- sabía que probablemente nadie iba a ‘ganar terreno’ conmigo. Sorteando un paso complicado de piedras, diviso la siguiente bandera y también diviso a un corredor moviéndose lentamente entre las piedras y el filo. Un respiro profundo y sin volverme loco empiezo a acercarme, hasta que encuentro el momento para adelantar (con el saludo correspondiente) y lo hago. Desafortunadamente acá entendí mal las instrucciones y en vez de atravesar un pequeño cerrito hasta el otro lado, lo empiezo a rodear hasta llegar a su filo cuando empiezo a sentir los gritos de alguien…me gritaba desesperado que por ahí no era la cosa y que tenía que devolverme y bajar. Un segundo para analizar la situación, levantar la cabeza y buscar la próxima bandera. Efectivamente tenía que devolverme para agarrar una especie de sendero y atravesar hasta el valle, pero ya con mi cabeza en modo competitivo, solo atine a tirarme cerro abajo por la pendiente y  terreno más hostil que había pillado hasta el momento. Luego de deslizar de raja por unos segundo y esquiar otros, agarro el sendero y sin mirar atrás; corro y corro a fondo por un buen rato.

Llegó a piedra numerada donde la gran bajada se terminaba y no tenía a nadie en mi espalda. Con el ojo puesto en mi reloj, sabía que me estaba moviendo rápido, es más, sabía que iba a terminar por debajo del tiempo del ganador del año pasado, pero  aun así no entendía como no estaba alcanzando a nadie. Con estos pensamientos en la cabeza,  el sendero se ponía a subir un poco y la fatiga de haber bombeado tanto la bajada me empezó a afectar. Power-hike de nuevo y a descontarle kilómetros a la meta  nomás.

Paso por el mismo punto donde el año pasado había estado sacando fotos y ya sabía lo que me esperaba: bajada, subida, bajada y subida. Ya tenía claro que no iba a alcanzar a nadie en lo que quedaba; porque no había nadie a la vista y no tenía mucha energía como para apretar tampoco. Por otro lado, estaba dispuesto a mantener mi 5to lugar a fierro.

Mi partner ayudandome a bombear la última bajada. Once again: GRACIAS ! Foto: Matías Pinto

Llegó a la meseta que marca la bajada final del recorrido y Diego me estaba esperando ahí. Con la sensación de que me venían alcanzado (Isra), le digo a diego que corra y me arrastre. Empujamos la bajada final fuerte, tan fuerte que supe que ya tenía el 5to en mi bolsillo. Subida final (de la puta !) y hand-on-knees de nuevo. A uno le gustaría terminar una carrera como está corriendo, pero creo que esta es la carrera con los últimos 500mts más difícil de todas.

Haciendo un penoso intento por llegar trotando a la meta. Foto: Juan Luis de Heeckeren

Y el resto? El resto; cruzar la meta, felicitar a los marcianos que llegaron antes y enojarme un poco por haber quedado a 7 minutos de ganarme un chequecito (jajaja). Sinceramente un día para el recuerdo. QUE CARRERA que es desafío cumbres LA-CAGO !

Mi análisis final? Obviamente con un poco más de conocimiento de la zona en general (sobre todo el filo del Leonera y la bajada por federación), se podrían descontar valiosos minutos. Aclimatación? Obviamente lo ideal sería quedarse allá un mes completo para sentirse a gusto hostilizando el cuerpo a esa altura. Lo di todo y voy a volver por mi revancha, ahora tengo esta carrera entre ceja y ceja.


Gracias a TNF que me ayudo a entrar en la lista de corredores cuando el proceso de postulación ya estaba cerrado y además me apaño con cosas para la carrera. Gracias a mi partner (Diego) que una vez más -y como siempre- estuvo a la altura de las circunstancias y finalmente; gracias a todos los que estuvieron allá arriba animando el sábado. Desafío Cumbres es un evento único tanto por su recorrido como por la gente que lo organiza y los que participan de alguna u otra forma. Espero que el evento siga manteniéndose en el tiempo y no cambie en absolutamente nada, ya está perfecto como esta. PERFECTO. (Entiéndase no le pongan requisitos innecesarios como ponerse un casco).

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